TERMINÉ SIENDO UNA INNOVACIÓN DISRUPTIVA, EN EL SILENCIO IMPERATIVO DE MI VIDA

Para comenzar, mi vida independientemente de mi disconformidad con el mundo (que es mucha cabe destacar, por eso una de mis características es mi cara inanimada), ha sido emocionante, o tal vez, aburrida depende de como la quieran percibir, un hecho muy relevante de ella es que siempre solía ser silenciosa, a pesar de lo estruendoso que es cualquier entorno en el que estoy, nunca me alcanzó ese bullicio fastidioso, o eso creía yo, porque en realidad anhelaba estar allí, también quería ser ruidoso, pero que cansón se veía eso. 

Ahora, me presento, si fuera de manera personal me vieran con un outfit sorprendente y haciendo una participación  de mí que lxs dejaría preparadxs para morir de la risa, debido a que bueno, es un don ser un payaso triste pero divertido, algo disonante, sin embargo, así es la vida nada encaja ni es lo que aparenta ser, y por lo que noto también soy disperso aun no les he plasmado ¿Quién escribe esta historia? Soy Omar Flores, tengo 21 años, estudié contaduría pública y también laboro como profesor de Castellano y Biología en un liceo ubicado en Pérez Bonalde – Catia. Normalmente soy muy callado, y cuando digo muy callado me refiero al extremo de que recientemente alguien me dijo que pensó que no hablaba, o sea, imagínense toda una actriz en potencia, aquella que pudo mantenerse regia hasta el final de la novela y sorprendió siendo la Viuda Negra, y volviendo al hilo de mi silenciosa personalidad. Suelo ser introvertido, en ese sentido, me parece muy extenuante tener que socializar, porque ¡Cónchale vale! es súper estresante, tienes que sonreír, saludar, ser divertido, tener tema de conversación, o generarlo, así que no, demasiado trabajo y por ese no me pagan, así que por eso descarté ser un sol feliz, muy a pesar que en lo profundo de mi había voces emocionadas de gritar y hablar, al contrario de mi verdadera esencia, la cual era ser, o mejor dicho es ser una nube gris, pero no cualquier nube gris, esta es la que todos necesitan en su vida para un rato de sombra y silencio, además no cualquiera se gasta este estilazo que cargo. 

 

De esa forma me di cuenta que así es Omar, alguien con una cara de Póquer que causa curiosidad en todos, y generando ansiedad en las personas, debido a que esperan escucharme, y si lo harán, solo que en el momento que yo decida que es necesario, no por ser odioso, ni tampoco es que detesto a las personas (o tal vez si, ¡Ay, es que los humanos son intensos!). No obstante, cuando era niño, algunas veces veo mis fotos, me observo muy feliz y lo era, hasta me da algo de cringe (un término muy Generación Z para referirse a la vergüenza o pena ajena) verme así y me río internamente, porque de hacerlo en la vida real estaría como las cucarachas por el Baygon, retorciéndose de lo incómodo, esa felicidad me imagino era producto de ser alguien sin prejuicios ni objeto de ellos tampoco. 

 

Al iniciar la adolescencia allí sí me identifiqué como alguien Gay, era obvio, y como nunca sufrí por una masculinidad tóxica en mi familia, en realidad tuve mucha libertad para experimentar mi identidad y expresión de género, así que todo muy bien por ese lado, Otro rasgo sumamente característico de mi familia, les comenté no eran tóxicos, faramalleros les queda bien, ahora que los analizo mejor, son sumamente amorosos, extrovertidos y dedicados tanto mis abuelos(as) como mi padre y madre, entonces como les expresé ¡Ay, me cansa tanta atención y abrazos! Me provocarán una parálisis esxs necixs, aunque los quiero bastante, gracias a ello, nunca me sentí mal en mi núcleo familiar, ni tampoco que mi sexualidad y mi expresión fueran un tema para cuestionar, y muy importante eso porque me permitió valorarme, aceptarme y quererme, aunque eso se alteraría un poco más adelante, la sociedad tiende a ser mala y no es su culpa, solo siguen un constructo sin pensar si está bien o mal segregar a los demás.

 

 Avanzando un poco más ya siendo un joven adulto y bachiller, después un universitario, muy buenas épocas nunca me sentí mal en esas etapas educativas mis compañeros comprendían totalmente el espectro de la diversidad humana, a su vez fuimos la promoción LGBTIQ+, desde que iniciamos devoramos siempre un grupo preparado para ganar, aproximadamente éramos como 6 gays, 3 lesbianas, 4 bisexuales, todos queer, todo un documental de Netflix, Venecos queer en el oeste de Caracas. Al asumir mis responsabilidades como adulto, alguien que ya entró al ámbito laboral y debía ver por sí mismo me conlleva a muchos aspectos, de esta forma supe que estaba disconforme con el mundo y sobretodo la sociedad, pero mucho más con la mentalidad que ellos mismo aceptan y son incapaces de cuestionar. Como contador y profesor trabajaba tranquilo, pero había algo en mi apariencia que no me terminaba de gustar, y era los Cisgénero, era tan intrusivo y represivo, ni siquiera por mi familia, yo mismo la hacía por tratar de ´´Convivir´´, y dije en un momento, ¡QUE LADILLA! No quiero camisas manga larga, no quiero pantalones normativos, no quiero esta apariencia gris, así que agarré dinero y pensé darme fuerza comprando ropa Omar, serás el mejor vestido, esos outfits irrumpirán donde llegues hasta los mismos gays quedarán secos, y así fue, resultó sin darme cuenta que me volví un agente disruptivo, rompí mi esquema de hombre hegemónico, ahora era un hombre en crop top, botas altas, maquillaje con glitter, uñas postizas y de colores, en infinidad de faldas, literalmente esa fue mi revolución francesa, degollé la cabeza de todos a donde iba, y sin decir una sola palabra, el solo hecho de mi presencia y vestido así era el rugido más estruendoso de alguien que no se deja apabullar por la opinión de alguien más.

 

 Y después todo ese empoderamiento que sentía, pues, tuve que lidiar con muchas situaciones exógenas a mí, las cuales pretendían mi sometimiento, y no van creer, tanto querer ser el más fabuloso, terminé haciendo el ridículo, empezando el año 2022 en los primeros meses me intenté quitar la vida, tomé un montón de pastillas como desquiciada, resultando esto en que caí dormido, mi abuelo y abuela me encuentran (tirado como todo un cuadro digno de pintar eso sí), fui llevado a un hospital, me hicieron un lavado para vomitar y sacar todo (una  situación muy horrible, uy no lo hagan, suicidarse con pastillas no es una opción, ni de ninguna otra forma tampoco, jamás permitamos le quiten el valor a nuestra vida como para pensar prescindir de ella, después los encuentran y lxs llevan a esa cosa espantosa, mejor vivamos y tratemos de derrocar el heteropatriarcado, da menos trabajo, y no te deja en una cama un tiempo fea y desaliñada alejada del mundo), todo eso lo hice porque realmente si me sentía muy mal, a pesar de toda libertad que sentí, un Omar en falda roja, escuchando música, con glitter en los ojos y gemas en la cara, caminado toda Catia y Altamira como si el mundo le perteneciera una realidad bonita aunque muy efímera y utópica, los comentarios discriminatorios por muy normalizados que estén si hacen daño, por más odioso y muros que haga, ellos siempre podrán vulnerarme, sólo que un tiempo después de esa situación decidí rodearme de personas que quise considerar afines a mí, necesitaba más homosexuales, ver otros especímenes, ya estaba harto de la heterosexualidad. 

 

En tal sentido, un día me aparece un post en Instagram una iniciativa llamada País Narrado, realizaban grupos para compartir historias y narrar una mejor nación, demasiado feliz para mi gusto, ya me daban convulsiones internas, recuerden la felicidad excesiva es mi kriptonita, igual me registré, llegó el día y me dirigí al lugar, nervioso a morir, subí el edificio donde era la actividad y lo bajé como un millón de veces (una exageración, pero never too much), terminé entrando uno de los chicos que dirigía, me indicó entrar y eso hice, a pepa de ojo logré observar un montón de personalidades (muy fuertes, me dejaron sin energía los tres días que duraron esos encuentros, absorbieron toda mi fuerza estas personas, así que pensé en encerrarme unos años para recuperar las ganas de socializar nuevamente, una experiencia muy divertida, conocí a Keny Oropeza, Luis Sequera, Selene Sortino, Wilvis Beaumont, todos ellos con una capacidad de chupar energías y socializar increíbles, terminé seco y asustado, sus personalidades son increíbles, y dos menciones especiales a dos chicos que les agradezco el permitirme haberlos conocido el primero Kallum Olortegui, súper inteligente, un activista de verdad, empático, chistoso y con quien estuve un buen tiempo compartiendo y amé su personalidad él para mí es un ejemplo muy bonito, de verdad lucha por las personas y su vida realmente es un referente, por ende valoré mucho el tiempo con Kall, por último el menos importante porque es bien intenso (mentira él en realidad es importante y todo lo opuesto, por eso lo admiro) se llama Pedro Jiménez, en realidad comúnmente no le hubiera hablado, demasiado extenuante para mí, pero igualmente esa especie muy fastidosa me siguió hablando y preguntándome sobre mí y el ¿Por qué? de mi personalidad, algunos simplemente por mi cara de obstinado del mundo, no se interesan en hablarme, Pedro de fastidioso si lo hizo y valoro eso, tiene una personalidad envidiable que logra conectar con los demás, y de alguna manera ya lo considero un amigo también, me hizo reír y me buscó  conversación  de por sí muy difícil para mí, de haber tenido otra forma de ser me hubiese gustado la de él, aunque decir eso me produzca clavarme un puñal 500 veces en el pecho (nuevamente amo el drama).

 

Una activista llamada Karina Mantilla cuando formé parte del programa formativo DIVERSXS de Amnistía Internacional, el día que me sentía más libre en mi vida, me dijo, tu sola existencia y que vayas así por las calles ya es activismo, podría ser algo irrelevante pero ella también me esclareció un motivo para seguir viviendo y amar mi vida (con todo y cara de culo, perdonen la expresión), y amarme a mí mismo  que es lo más importante, ahora personas se me acercan y me dicen que se atrevieron a ponerse lo que querían porque al parecer les di valor, las personas ahora me asocian con una seguridad y como alguien que simplemente vino a ser una innovación disruptivo, decidí ser una solución brusca para esta sociedad sesgada, eso me produce mucha felicidad, nunca pensé generar algo en alguien que no fuera una imagen de odioso o desinteresado.

 

Así que sean felices o tristes, pero vivan de acuerdo a como quieran pero sin herir la integridad de ninguna persona, porque todos tratamos de sobrevivir diariamente y la amabilidad junto a la empatía le puede cambiar el día a alguien, pueden ser una nube gris conmigo y llamar la atención a donde quiera que vayamos, o ser un sol feliz y chupar energías ¡Ay no sean así me dejan exhausto! Mi vida dio un cambio antes de País Narrado y después de ellos, ahora sí decidí generar un cambio positivo y espacios seguros a donde sea que vaya.

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