EXISTO Y RESISTO: Carta de Cristina 2023, a Cristina 2010
Tus más grandes pesadillas se hicieron realidad, todo aquello por lo que te esforzaste en determinado momento por esconder, es hoy tu verdad; pero no es terrible, ni lo peor que te pudo pasar, es algo que ahora llevas con mucho orgullo y dignidad.
Todo ese miedo, odio y frustración que sentías hacia ti, es tu motivo de orgullo en 2023. Hay momentos que no se pueden borrar, todo ese dolor que sentiste, situaciones de muchísima tristeza grabadas en tu piel, aún no desaparecen. Todo ese autocastigo, lo veo todos los días y me recuerda lo fuerte que fuiste, porque cada cicatriz tiene su historia y hoy ya no las escondo.
Enloqueciste de amor y de represión; esto te hizo sacar tu peor versión, ya a los 15 años tuviste que pasar por 2 lavados estomacales, realmente te odiabas y no querías existir más, sentías que nadie te iba a querer por ser quién eras, no hablabas de esto con nadie, pero buscaste la manera de poder liberarte, terminaste con 3 años de asistencia, psicológica, psiquiátrica y nutricional.
No pudiste hacer la mitad de 3er año, y ni el 4to año de bachillerato de manera presencial, las dosis de los medicamentos eran altísimas. El acoso escolar no lo aguantaste más, y aún trabajas en sanar todas estas heridas que no han sido fáciles de cerrar, la terapia no es tan mala como creíste.
No, no te casaste con Nathalia y aún no aprueban el matrimonio igualitario en Venezuela, a pesar de que han pasado 13 años de aquél momento en que por primera vez te enamorabas de alguien, todavía quedan muchas luchas y ahora eres parte de ellas.
Quisiera poder decirte que arreglamos nuestra relación con Dios, pero aún no, más bien te excomulgaron en 2014 a los 16 años, pertenecías a la JuFra (Movimiento Juvenil Franciscano), porque sí, luego de salir del closet en 2013, corriste a una iglesia, sentías vergüenza aún, ibas todos los días, limpiabas, barrías, hacías vendimias y le pedimos de corazón a Dios que te cambiará, querías una vida más sencilla, pero así no funciona las orientaciones sexuales, eso no sé elige, todavía nos falta mucho por recorrer y aprender. Un día te confesaste al Fray tu amor, a otra novia que tuviste, inmediatamente, quería que te arrepentirás del “pecado”, pero no lo hiciste, porque le dijiste “¿Qué pecado?, matar es un pecado, amar no.” y desde entonces no puedes comulgar. Ahora le dices a todos que te llamas Cristina por Cristina Ortiz alías la Veneno y no por cristiana.
Si creíste que toda historia iba a ser sumamente triste, la verdad es que no es así, te enamoraste de una mujer increíble en 2016, te ha pedido matrimonio 3 veces en estos casi
8 años, le dices esposa a pesar de no tener reconocimiento legal de ello y juntas adoptaron una gata preciosa, desde hace 6 años y ha sido todo un reto, seguimos juntas y realmente somos muy felices.
Sé que uno de tus mayores miedos era tener una pareja y que tu familia la rechazará, pero actualmente, puedo decir que les agrada mejor ella, que tú, todas tus tías la aman, y sé que esto suena como una fantasía de aquellas noches de lágrimas, donde la ansiedad no te dejaba, hoy esa fantasía es una realidad, y ha sido una de las cosas más lindas que hemos podido experimentar viviendo en familia.
La abuela no sabe, pero todos me dicen que sí, en Navidad y Año Nuevo, siempre la menciona como una de las personas más importantes para mí y para la familia, que jamás me deje sola y que sigamos juntas a pesar de la adversidad, ellas son grandes amigas y comparten el mismo sentido del humor. Le gusta pasar más tiempo con ella, que con mi mamá o conmigo.
Tú mamá homofóbica no existe en 2023, ahora es una gran aliada que te ama y está comprometida en aprender y educar a otros, no le da vergüenza, en decir que tiene una hija lesbiana. Ahora es la primera en salir a defenderte, y no solo a ti, si no a tu esposa también.
Estás comprometida actualmente en la creación de espacios seguros en Cumaná, no quieres que otra niña o adolescente pase por todo lo que tuvimos que pasar, y todo lo que haces, lo haces pensando en ello.
Sólo me queda agradecerte por todas estas enseñanzas y ser tan fuerte, realmente no estabas mal hecha, ni defectuosa, ni desviada, como creías. Sé que no ha sido un camino fácil, y han existido muchos desafíos y obstáculos, sin embargo, has ayudado a otros con tu historia de vida, y la has hecho visible por redes sociales, demostrando una vez más tu gran valentía y fuerza.
Gracias por no rendirte, por seguir adelante, a pesar de las críticas y el rechazo, por aceptarte, amarte y demostrarte, tal cual eres, por ser leal a ti y a tus ideales y sobre todo por no dejar que el miedo, y la vergüenza se apoderarán de ti.
Gracias por permitirte vivir estos momentos y por no dejar que las dificultades te roben la felicidad, viviendo la vida de manera auténtica, y eres tú Cristina del pasado quién me recuerda cada día todo esto. Te prometo seguir luchando por nuestra felicidad, porqué vivamos en libertad y por tu derecho a amar y ser amado.
“No hay orgullo para algunos, sin liberación para todos” – Marsha P. Johnson.